miércoles, 10 de marzo de 2010

Giotto bajo otra luz (la ultravioleta)



Cuando se enciende la lámpara de rayos ultravioleta, los murales que pintó Giotto en la capilla Peruzzi de la Basílica de la Santa Cruz de Florencia, considerados por sus contemporáneos la obra maestra del artista de Vespignano (1266-1337), revelan su verdadera esencia: una luz densa y definida, colores vivos y suntuosos, ricas decoraciones de las ropas, volúmenes de apariencia tridimensional, perspectivas espléndidas, posturas realistas, exquisitos detalles arquitectónicos y rostros expresivos.

El pintor reconocido por Dante en el Purgatorio como el discípulo que oscureció la fama del maestro Cimabue usó en esa obra, según explican los expertos, una técnica en seco, a la témpera, para intentar superar los límites del fresco. La solución no resistió el paso del tiempo, ni los continuos embates de la naturaleza y del hombre: entre otros, dos infiltraciones del agua del río Arno, varios retoques renacentistas al estilo del Ghirlandaio en el siglo XVI, y una brutal capa de pintura blanca que se colocó encima en 1714 y solo se levantó un siglo después, cuando Antonio Marini restauró la capilla con un criterio demasiado intervencionista, corregido en el siglo XX en un momento en que el conjunto estaba ya en un estado lamentable.
No contamos con excesivos datos fiables sobre la vida de Giotto di Bondone, ni la fecha de su nacimiento, ni cuáles fueron sus maestros, ni siquiera la datación exacta de muchas de sus obras. Lo que sí conocemos, es la gran revolución que supuso su nueva concepción artística, que se puede considerar como precursora de las innovaciones que cambiarán la marcha de la pintura occidental, desde el Renacimiento hasta el siglo XX.
Es notorio que tomara como maestra de la pintura a la Naturaleza, en un momento en el que el arte estaba dominado por la llamada "maniera greca", impregnado de líneas ondulantes y estilizadas de las figuras, los fondos de oro y la irrealidad y frialdad lejana de los personajes.
Giotto individualiza a los personajes, que toman características y rasgos propios bien definidos: gestos, movimientos, expresión, algo que no ocurría desde la Edad Antigua. Será a partir de este momento, cuando Giotto empieza a ser considerado el gran maestro de su tiempo, rompiendo con el estilo decorativo bizantinizante, que dominaba la pintura hasta ese momento. Giotto era llamado de todas las partes de Italia requerido por los personajes más poderosos, no sólo órdenes eclesiásticas, también mercaderes, banqueros y comerciantes. Tanto al fresco como en tabla, Giotto renovó el lenguaje figurativo de toda su época.
Vasari, padre de la moderna historia del arte, en sus Vite de 1555, sitúa en la pintura de Giotto el nacimiento del arte italiano.
Los murales, encargados al Giotto y situados en la capilla adyacente al altar mayor, cuentan las historias de San Juan Bautista y San Juan Evangelista. Las pruebas científicas, realizadas con una novedosa técnica de rayos UVA desarrollada en Italia y financiada por la Fundación Getty de Los Ángeles en colaboración con el Opificio delle Pietre Dure, realizadas durante los últimos meses de 2009, han logrado explicar ahora por qué la obra de este genio, que se consideraba sólo un mero artesano, inspiró tanto a Miguel Ángel y anticipó el esplendor del Renacimiento.
La máquina proyectora de rayos ha realizado un diagnóstico no invasivo que es sólo un primer paso, han explicado los responsables de la iniciativa. El experimento ha permitido "capturar" la materia orgánica usada por el maestro para ligar los colores (témpera al huevo, caseína y aceite) y revelar el imponente naturalismo y los detalles que dieron fama al original. Se calcula que la restauración tardará por lo menos dos años y medio, por lo tanto se deben completar fotografías y vídeos para enriquecer los materiales científicos, acentuar las acciones divulgativas de esta gestión, y atraer las miradas sobre la joya en recuperación, para animar a las instituciones a implicarse, en este patrimonio de todos.





Fuentes: *Diario El País 01/02/2010
*Vasari, G., “Vida de los mejores arquitectos, pintores y escultores italianos”, segunda edición ampliada, 1568

Foto 1: Un restaurador utiliza luz ultravioleta para ver con detalle las pinturas de Giotto en la capilla Peruzzi de la basílica florentina de la Santa Cruz.- REUTERS

Foto 2: Detalle de una obra de Giotto en su estado actual, a la izquierda, y bajo la luz ultravioleta.- REUTERS

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