miércoles, 18 de diciembre de 2013

Tradicional posada mexicana con la presentación del grupo coral Musicanto






Anoche, 17 de diciembre de 2013, celebramos la tradicional posada mexicana con la presentación del grupo coral Musicanto. Cantos, devoción, piñatas, ponche de frutas, tamales y amistad. Nuestra afable anfitriona, Gabriela Olivo de Alba Agregada Cultural de la Embajada de México en Venezuela. Disfruté de la compañía de mi querida hermana Nancy Fuchs de Bisogno y de la querida Zobeida Ortega.
Diciembre es un mes lleno de fiestas tradicionales en las que se respira ese espíritu navideño, una de ellas son las posadas. Las Posadas son fiestas populares que se celebran en México, Guatemala, El Salvador y Panamá durante los nueve días antes de la Navidad, es decir, del 16 al 24 de diciembre. Estas fiestas recuerdan el peregrinaje de María y José desde su salida de Nazaret hasta Belén, donde buscan un lugar para alojarse y esperar el nacimiento del niño Jesús.
México es un país rico en costumbres que nacen de la fusión de las culturas que le dieron origen: la indígena y la española. Por ello, la belleza y la magia de sus festividades tienen un toque muy especial.
Otra de las tradiciones en las posadas es el de romper la piñata. Los misioneros aprovecharon la tradición azteca de romper la piñata para enseñar a los indígenas principios cristianos.
De una forma alegórica los siete picos de la piñata representan los siete pecados capitales: la soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza. Estos pecados se deben contrarrestar practicando las virtudes contrarias: humildad, generosidad, pobreza, paciencia, templanza, caridad y diligencia.
La persona que le pega a la piñata representa al creyente que con su fe, que es ciega (por lo que está vendado), y con la gracia y ayuda de Dios (por eso cuenta con un palo) le pega al mal hasta que lo destruye. Así, deja salir todas las gracias bendiciones, talentos y valores que Dios da a quienes creen en Él para luchar contra el mal.
Estas bondades están representadas por los dulces de la piñata como un regalo.
Para desacelerarnos y reflexionar.
El agite, prisas, y angustias de la vida actual hacen que cada vez más se olvide el sentido real de la Navidad. Tanto el adviento y las fiestas típicas alegóricas, como las posadas, tienen un objetivo: prepararse para recibir a Jesús en el corazón de cada hogar.
No importa qué creencias se tenga, el amor, la esperanza en un mañana mejor y el deseo de paz, corresponden a todo ser humano.
Todas las tradiciones son muy hermosas y vale la pena vivirlas y gozarlas plenamente. Fiestas en las que sobra el alcohol y abunda la comida las hay durante todo el año. Las posadas navideñas son una oportunidad de convivir en familia y de reflexionar sobre la relación que se tiene con las demás personas.

La Navidad es una época de perdón, de buena voluntad y, sobre todo, un tiempo para demostrar a los seres queridos todo el amor que se siente por ellos.