viernes, 30 de diciembre de 2016

Un año más. Muchos cambios más.



Un año más. Muchos cambios más.
En pocas horas veremos la culminación del año 2016 y el inicio del año nuevo 2017. Ciertamente sentiremos alegrías por lo bueno que hemos vivido y tristezas por las personas que nos faltan, alguna mala situación que nos haya tocado o lo que hemos dejado atrás,  así como ansiedades por lo que está por venir a nuestras vidas: los cambios.
Son cambios ineludibles que tejen el destino de cada quien y sobre los que tenemos que reflexionar y también sobre lo que se nos haya estancado; por eso es definitivo, para superarnos, aprender de los aciertos y de las experiencias que constituyan errores. Tomar nota para repetir lo positivo y para corregir las acciones que nos llevaron a resultados no deseados. Debemos pensar y planear nuestros pasos para repetir todo lo que nos ha llevado al éxito y para evitar lo que nos impidió alcanzar nuestros objetivos.
Y sobretodo tenemos que disfrutar de nuestra vida diaria y familia, ser felices, ser flexibles ante los cambios sabiendo entender nuevos caminos que se nos presenten, disfrutar del trabajo, del tiempo de ocio, de cuidarnos y de querer al prójimo. Este disfrute solamente lo lograremos a través de la pasión con la que nos entreguemos a vivir.
Espero que este próximo año 2017 sea de pasión y del entusiasmo, del cumplimiento de los grandes deseos y concreción de nuestros proyectos. De muchos cambios más, para bien de todos.
Muchos abrazos y afectos,

Olga

lunes, 26 de diciembre de 2016

Feliz Navidad 2016 y Feliz Año Nuevo 2017



Estas Navidades son especiales para mí y llenas de sentimientos muy fuertes. Aún recuerdo con nitidez mis primeros regalos del Niño Jesús, en realidad los recuerdo con detalle a todos los que he recibido en estas fechas, en especial un pupitre con pizarra incorporada que me encantó y una Barbie. Y distingo cuáles han sido los más importantes de todos.
También recuerdo una infinidad de detalles de nuestras costumbres familiares, que cambiaban en algunas cosas a modo de fluir con las modas. Cuando vivamos en la quinta Nancy de La California Norte, en Caracas, mis hermanas y yo montábamos el arbolito natural y tradicional que papi compraba en el CADA, el que estaba al borde de la Av. Francisco de Miranda. Ese olor maravilloso a pino y que impregnaba toda la casa  todavía está en mi memoria y su imagen colorida y con gran cantidad de obsequios al pie, para todos y cada uno de los integrantes de la familia. Un par de años lo decoramos con una “nieve” de vidrio molido. Qué cosa tan loca, las manos nos picaban muchísimo, hasta que eso fue suprimido. Otra vez hicimos una rama envuelta en jabón azul batido para que semejara estar cubierto de nieve y le pusimos las bolitas de colores y lucecitas, pero qué cosa más fea. La cena de Navidad y Año Nuevo siempre estuvo basada en las hallacas, el pavo, la ensalada de gallina, el pernil, pan de jamón, la torta de navidad, el dulce de lechosa y el cabello de ángel. Hubo años en los que se introdujeron algunos cambios como las lentejas y el lechón, pero fueron suprimidos por decisión unánime. Todo el menú estaba acompañado por los aguinaldos tradicionales y las gaitas maracaiberas, y en fin de año, no faltaban las doce uvas y champaña. “La percha” era un asunto importante entre mi mamá y nosotras las hermanas, así como no tener los colores repetidos, de modo tal que a mediados de noviembre, cada quien escogía su color y hasta de traje largo nos vestíamos Era un juego bonito. Y los caballeros siempre con flux y corbata. Formalidades con las que éramos muy felices.
A través de los años hubo cambios; el peor de todos fue que faltaran Mama Tula, nuestra abuelita y mi papá. La tristeza comenzó a auto invitarse a nuestras navidades, con cada partida de un familiar. Este año también ha tratado de colarse con otras pérdidas y con los terribles cambios de nuestra amada Venezuela y porque estamos dispersos en diferentes países, pero le aclaré que nunca ha sido bien recibida ni lo será.
Los niños y los jóvenes merecen vivir hermosas Navidades y recibir los regalos más importantes de todos: el Amor, la Fe, la Esperanza y la Alegría. Mis padres nos los otorgaron a diario y en todas y cada una de las navidades que estuvimos juntos. Merecen el honor de que transmitamos su legado, por eso sé con firmeza que esta es una muy Feliz Navidad y el Año Nuevo 2017 será pleno de Prosperidad.

¡Y así sea siempre!

sábado, 11 de junio de 2016

Cervantes, cautivo de sí.





La cantidad de escritos sobre Miguel de Cervantes es inmensa y de gran calidad. ¿Qué puedo yo añadir? No resulta sencillo. Sin embargo, habré de intentarlo y habré de reflexionar sobre él y su obra, aunque sea de un modo muy sumario.
Como punto de partida reseñaré las circunstancias en las que nacieron los relatos cervantinos.
Miguel de Cervantes y Saavedra nació en Alcalá de Henares, el día 29 de septiembre de 1547. Se desempeñó como soldado, novelista, poeta y dramaturgo.
En la época en que vivió Cervantes, Felipe III fue coronado tras la muerte de su padre Felipe II en 1598 y es importante este aspecto para enfocar la realidad que le tocó vivir a nuestro homenajeado, pues el hecho referente a la voluntad del monarca en cuanto a establecer acuerdos de paz con los reinos vecinos proporcionó a España un período de paz, posiblemente favoreció al inicio de la Edad de Oro, cuna del Quijote. Aquellos años de tranquilidad han sido conocidos como Pax Hispanica y es el período en que el Imperio Español comenzó a ostentar la supremacía mundial, apoyada y aumentada gracias a la eficacia de sus ejércitos, los terribles tercios y las inmensas riquezas que llegaban de las colonias en América.
En medio de estas circunstancias, sale a la luz un texto asombroso, el “Lazarillo de Tormes”, de autor desconocido, y que marca la aparición de un nuevo género literario en el que imperan el naturalismo y la sátira social. El “Lazarillo de Tormes” abre una compuerta a la corriente literaria de notables obras maestras y sin cuya mirada centrada en el naturalismo no se comprendería a Cervantes o a Quevedo. La picaresca planteaba buscar en la realidad diaria sus lineamientos como modelo narrativo y esta es la razón por la cual la universalizaron, situándola al margen del tiempo en concreto en que apareció.
Por otra parte, toda la riqueza del Imperio Español se capitalizaba en La Corte, y los jóvenes talentos que encendieron las luces del Siglo de Oro, lo hicieron bajo la tutela de algunos miembros del séquito del rey. El destino profesional de ellos no era muy variado, debían optar por la carrera eclesiástica, las armas o el funcionariado. En su mayoría eran personas cultas y universitarias, como Góngora, Ruiz de Alarcón, Mateo Alemán y Calderón que asistieron a la Universidad de Salamanca. Para los que se decidían por la escritura, la forma más fácil de asegurarse apoyo económico era acercarse a la nobleza y logar el mecenazgo de algún cortesano; esto requería inversión de tiempo, adulación y “servicios especiales” como los que proporcionaba Lope de Vega, no precisamente de forma discreta, al duque de Sessa, como alcahuete aprovechando sus conexiones con el teatro y en concreto con las actrices. Lope expresaba con soltura esta situación: “Ingenio sin favor, aunque hable, es mudo”. En otras palabras, crearse un perfil adecuado ante cada mecenazgo en la mira, y esto por supuesto abona la mitomanía, a la que muchos de aquel entonces, se inmolan con gusto.
En lo particular, después de superar su cautiverio en Argel, estancia que marcará la naturaleza de su mirada y de su obra, Cervantes se puso al amparo del duque de Béjar, a quien le dedicó la primera parte del Quijote, y luego alcanzó el apoyo del primer ministro de Felipe III, Francisco de Sandoval y Rojas, duque de Lerma, quien gozaba de la total confianza del rey, también absorbió algunas responsabilidades administrativas del reino, por las cuales tuvo algunos otros problemillas y cayó de nuevo en prisión.
Y a partir de allí, para ganar indulgencias o apoyos, y ahí va mi conjetura: construye un confinamiento a su ser como persona, lo que sabemos de él es porque así lo quiso, se coloca detrás de su obra para, justamente, posicionarse como paradigma del hombre actual.
De esa forma, todos los datos biográficos que conocemos figuran en sus obras o sus papeles, los escribe para pedir algo, de modo que idealiza sus méritos y tiene a ocultar sus defectos. Pero si hubiera sabido lo portentoso de su obra, es posible que no lo hubiera hecho ¿O de todas formas sí? No lo sé, pero lo que sí sabemos es que Cervantes continua adelante con el dibujo de sí mismo y juega con la realidad y la ficción en el nuevo relato de las aventuras de don Quijote y Sancho Panza: ambos personajes saben tanto de la existencia de la primera parte como de la continuación apócrifa, y hasta hablan de lo que los lectores piensan del primero, que es “loco, pero gracioso”, o “valiente, pero desgraciado”, o “cortés, pero impertinente”; y algunos de los que se cruzan con ellos los reconocen por haber leído el libro de sus correrías originales. Y lo destacable es que tanto el hidalgo como el propio Cervantes, en un estado de gracia y clarividencia, aseguran que la obra sería todo un clásico literario y que el caballero de la triste figura sería inseparable de la imagen de la comarca manchega.
Para referirme al aspecto literario he de señalar que concuerdo con la opinión de algunos escritores quienes se expresan sobre Cervantes como aquel que tuvo el coraje de destruir al mito caballeresco intocable durante mucho tiempo, y el literato que inicia la novela moderna, en la que reina la polifonía y la contraposición de diferentes visiones del mundo encarnadas por los personajes, lo que le confiere un realismo entonces sin parangón y se constituye en una extraordinaria sátira de la sociedad de aquel entonces; de ahí que acepto que Cervantes es indiscutiblemente original al superponer las cosmovisiones y los puntos de vista hasta confundirlos en complejidad con la misma realidad, recurriendo incluso a juegos metaficcionales. Todo ello lo podemos apreciar al leer sus Novelas Ejemplares y al “Don Quijote de La Mancha”, obras en las que demuestra la amplitud de miras de su espíritu y su deseo de experimentar con las estructuras narrativas. En esa colección de novelas experimenta con la novela bizantina (La española inglesa), la novela policíaca o criminal (La fuerza de la sangre, El celoso extremeño), el diálogo lucianesco (El coloquio de los perros), la miscelánea de sentencias y donaires (El licenciado Vidriera), la novela picaresca (Rinconete y Cortadillo) y la narración constituida sobre una anagnórisis (La gitanilla).
Su obra tan elocuente y precisa, tan esclarecedora del sentir propio de los humanos, contrasta con lo velado de su propio rostro, tal como nos lo hace comprender el profesor José Manuel Lucía Megías: “¿Cuál es el verdadero retrato de Cervantes? Cada época irá construyendo el suyo… ¿Acaso no sería posible encontrar el verdadero retrato de Miguel de Cervantes en los rostros que lo han ido encarnando en el cine desde principios del siglo XX hasta nuestros días?” Asimismo, Lucía Megías nos plantea en la exposición “Cervantes, el hombre detrás del mito” de la que es el inteligente y preciso curador, a un “Cervantes persona”, un “Cervantes personaje”, y un “Cervantes mito” que se ha ido construyendo a lo largo de los siglos. Una investigación exhaustiva de las celebraciones de Cervantes como escritor y como modelo de escritores y de civilidad. Y es allí donde me asalta la idea de la intencionalidad cierta de Cervantes por edificar su propio mito. De la misma manera en que el hidalgo manchego Alonso de Quijano se arroja al camino a lomos de Rocinante convertido en Don Quijote, el caballero andante, en pos de un ideal. Todo lo cual lo celebro grandemente, pues hoy por hoy, el mundo necesita de civilidad más que nunca. 
Ahora bien, y ya para ubicar mi escrito en el presente debo considerar que los lectores del siglo XXI hemos adquirido unas costumbres muy distintas a los lectores de tiempos pasados y estamos ya habituados a asistir a los diversos modos de un relato ecléctico, donde puede fundirse el cine, el arte, la música, la fotografía, el vídeo, el Internet, los periódicos, las revistas o las páginas web en un solo día, y que aceptamos que un relato puede amalgamar todas estas experiencias como un fenómeno cotidiano. Y esas costumbres nos dotan de una plenitud ante la que ya no es importante cuál sea el retrato verídico de Cervantes, sino la potencia de su pensamiento, el que me atrevo a aseverar de nuevo, se enfocó en hacer de sí mismo un personaje, y no solo por obtener gracias y beneficios, con la adecuación de su curriculum vitae, sino por el gusto de traspasar a esa otra dimensión que es la del personaje literario.
Esta aseveración también se me presentó como muy posible al apreciar el material dela mencionada exposición “Cervantes, el hombre detrás del mito” que se ha mostrado hasta el 29 de mayo de 2016 en la Biblioteca Nacional de España, para conmemorar los 400 años de la fecha de su muerte, 22 de abril de 1616 en Madrid; una recopilación completísima de manuscritos del genio y en donde el Cervantes incluso cobró vida, y recibió a los espectadores de viva voz, gracias a la tecnología audiovisual y hasta  interpeló a los asistentes con sus sentencias de actualidad inagotable.En la muestra pude apreciar los pliegos originales y cómo Miguel de Cervantes y Saavedra dibujó letra a letra para con ellas bordar las palabras de cada manuscrito, cuales mantos que lo arroparían en el firmamento de los grandes mitos clásicos y entre los que viviría atrapado en la estrella Cervantes Q Arae, a 49,8 años luz del planeta Tierra, ya para siempre.
Sí, cuatrocientos años ha, pero Cervantes como si nada, él va a continuar sobreviviendo a los devenires narrativos y artísticos justamente por la capacidad de asimilación de sus escritos a todas estas formas de ver, a toda esta multiplicidad de miradas y porque se puede abrir a estados de conciencia un poco más allá de las convenciones del verismo o el realismo; se renueva y se actualiza este escritor en ciclos de una constante contemporaneidad, justo porque que dio los primeros pasos firmes para superar los límites entre vida y muerte, entre sueño y vigilia, entre realidad y fantasía, por todos los medios posibles.

Miguel de Cervantes, cautivo de si, por decisión propia.







Referencias bibliográficas

Fernández de Navarrete, Martín (1.819): Vida de Miguel de Cervantes Saavedra, Madrid, Real Academia Española.
Lucía M., José M., La juventud de Cervantes, una vida en construcción, EDAF, Madrid, 2016.
Iglesias, María del Carmen (2005): El mundo que vivió Cervantes, Madrid, Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales.

Referencia de las imágenes

Retrato de Cervantes atribuido a Juan de Jáuregui.
Ilustración de Cervantes por Olga Fuchs.

Recursos electrónicos

miércoles, 13 de enero de 2016

La variable efectividad y la constante tragedia de las protestas de calle.



                                                                                    A la memoria de Bassil Da Costa


“El año que Racing salió campeón” es la obra dramatúrgica que obtuvo la primera mención honorífica del II Concurso Internacional de Escritura Creativa, su autor es Carlos Alfredo Müller de nacionalidad argentina y tiene como marco referencial el triunfo del Racing Club, conocido también como «Racing Club de Avellaneda» o simplemente «Racing», que es una institución deportiva de Argentina fundada el 25 de marzo de 1903 en la ciudad de Avellaneda en el gran Buenos Aires.
“El año que Racing salió campeón” (entendemos ya, del  fútbol argentino) nos mueve a la reflexión acerca de la variable efectividad y la constante tragedia de las protestas de calle.
Sucede que la acción de la obra transcurre en Buenos Aires durante la víspera de los acontecimientos conocidos como el “Argentinazo”, protesta popular que aconteció en el marco de una crisis humanitaria, de representatividad social y económica, desencadenada por la restricción a la extracción de dinero en efectivo de los bancos denominada Corralito, dispuesta por el entonces ministro de economía Domingo Cavallo. La protesta comenzó el 19 de diciembre de 2001 y causó la renuncia del presidente Fernando de la Rúa, dando paso a un vacío de poder. 
Y, fuimos testigos del transcurso de las protestas, y que muchos fueron asesinados por las fuerzas policiales y de seguridad, entre ellos menores de edad, en el marco de la represión ordenada por el gobierno para contener las manifestaciones.
 “El año que Racing salió campeón” plantea un contraste entre el hecho histórico mencionado y el acontecimiento deportivo como enunciado de la cotidianeidad. La trama se arma en base a anécdotas de hechos rutinarios pero cargados de crítica política y social, al hacer uso de la ironía y el humor como recurso de análisis de las conductas individuales y de ciertos comportamientos de clase, a través del encuentro de dos seres que recorren las calles con diferentes intereses y unidos por la necesidad mutua.
La calle es el escenario básico por el que se desplazan permanentemente los personajes principales: el Ciego quien representa a la clase media y el Desempleado quien recorre los cajeros automáticos de la ciudad tratando de recuperar sus ahorros en dólares; es un desocupado más a la deriva que aún no se ha asumido como tal y que con falsas esperanzas intenta llegar a una entrevista laboral en la que ha puesto sus expectativas.
Testigos y protagonistas de la crisis, van transitando por las veredas, cruzando calles, doblando en las esquinas imaginarias, sin escenografía, con la sola ambientación de los sonidos del tránsito y las luces de los semáforos, a veces con un predominio de luces rojas como imposibilidad de avanzar, amarillas que anuncian un  peligro inminente y con alguna que otra luz verde a manera de aliento esperanzador. En las escenas II y IV se incorpora el cajero automático, la máquina que ofrece “alivio instantáneo” ante la avalancha del salvajismo que reinará en una ciudad convulsionada por la desesperación.
Recordemos que el 4 de febrero de 2014 se iniciaron en la ciudad de San Cristóbal, Venezuela, una serie de protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro y el 12 de febrero de 2014, la ciudad de Caracas se sumó a las protestas convocadas y organizadas por los movimientos estudiantiles. Entre las motivaciones alegadas por los manifestantes opositores figuran el descontento ante la vulneración de los derechos civiles, la escasez crónica de productos básicos, altos niveles de violencia delictiva, la injerencia de Cuba en la política de Venezuela, y la imposición de  estrictos controles de precios, que han ocasionado en el país la inflación más alta del mundo. Estas protestas desencadenadas en Venezuela, tan similares a la de Argentina, no causaron la renuncia del presidente Nicolás Maduro, quien por el contrario radicalizó aún más las medidas socio económicas de su gobierno.
Y, fuimos testigos del transcurso de las protestas, y que muchos fueron asesinados por las fuerzas policiales y de seguridad, entre ellos menores de edad, en el marco de la represión ordenada por el gobierno para contener las manifestaciones.
Olga Fuchs
Caracas, 15 de enero de 2016.


                                                                                                    
Autoría de las fotos:
Jorge Silva / Reuters
Carlos García Rawlins / Reuters
Facultad de Filosofía y Letras Universidad Nacional de Tucumán, República Argentina.
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