viernes, 22 de mayo de 2015

¿Para qué un patrocinio cultural?


¿Para qué un patrocinio cultural? 
                                                                                Olga Fuchs®







Según el académico español Enric Panés, en un artículo publicado en El País (17/7), la relación entre creación cultural, desarrollo económico y patrocinios empresariales no tiene futuro:
“Aunque subsiste una fórmula tradicional de mecenazgo que permite adquirir prestigio social aunque se trate de actividades ajenas al propio ámbito, el viejo concepto de “patrocinio cultural” (dinero a cambio de visibilidad de marca) no tiene futuro: se va claramente hacia planteamientos de partenariado que llevan a definir proyectos que encajen con las estrategias globales de las empresas, respetando el papel y la misión de los operadores culturales”.
Su reflexión puede ser contrastada con los planteamientos del Programa de la Unión Europea  “Europa creativa 2014-2020”, fruto de una larga reflexión de la Unión Europea; y el manifiesto “Niente Cultura, niente Sviluppo”, por parte de los industriales italianos cuya tesis de partida es que sin Cultura ni investigación no puede haber desarrollo, por lo que ambas deben ser salvaguardadas bajo una estrategia de largo plazo que esté en el centro de toda acción de Gobierno. También se tiene debe considerar la postura de los italianos de Federculture:
“No es posible prescindir de la Cultura, incluso frente a situaciones de depresión y derrota, porque los únicos antídotos para hacerles frente son el arte, la fantasía y la inventiva: la Cultura no pierde nunca valor porque es una de las claves del desarrollo, incluido el económico”. Para los gestores de “Europa Creativa”: “La intervención privada en la financiación de actividades culturales no puede ser considerada sustitutiva del gasto público; ocurre más bien lo contrario, las empresas se muestran interesadas en invertir cuando el Sector Público asume su propio papel y da pruebas de no querer retirarse.”
Adicionalmente se considera el Dictamen del Comité de las Regiones. Europa creativa (Bruselas, 19 de julio de 2012) relativo a Políticas Pública y Patrocinio Cultural:
“La cultura, el cine, la televisión, la música, la literatura, las artes escénicas y el patrimonio europeos, y otros ámbitos afines, van a disfrutar de un mayor apoyo en el marco del nuevo programa «Europa Creativa» de la Comisión Europea, que ha sido aprobado hoy por el Parlamento Europeo. Con un presupuesto de 1 460 millones de euros1 a lo largo de los próximos siete años –un 9 % más que la cuantía actual– el programa supondrá un impulso para los sectores cultural y creativo, que son una gran fuente de empleo y crecimiento. Europa Creativa facilitará financiación como mínimo para 250 000 artistas y profesionales de la cultura, 2 000 cines, 800 películas y 4 500 traducciones de libros. También pondrá en marcha un nuevo mecanismo de garantía financiera que permita a las pequeñas empresas del sector cultural y creativo tener acceso a préstamos bancarios por valor de hasta 750 millones de euros. (RAPID, IP/13/1114, 19.11.2013)”.
 El programa Europa Creativa fue definitivamente aprobado por el Consejo (28 Estados miembros) y entró en vigor en enero de 2014. Dará apoyo a Las Capitales Europeas de la Cultura, el Sello de Patrimonio Europeo, las Jornadas Europeas del Patrimonio y los cinco premios europeos (Premio Unión Europea de Patrimonio Cultural/Premios Europa Nostra, Premio de Arquitectura Contemporánea de la Unión Europea, Premio de Literatura de la UE, premios «European Border Breakers» y el Premio MEDIA de la UE) también recibirán apoyo de Europa Creativa.

Para dar respuesta integral a la pregunta inicial, es pertinente enfatizar en que sólo una recuperación de Políticas Públicas en Cultura, aunada a un nuevo enfoque de la gestión cultural independiente, que a su vez considere, sanamente, las posibilidades de financiación por parte de las empresas privadas, las que orientadas bajo marcos regulatorios para incentivar acciones sociales positivas, entendido todo esto como patrocinio cultural, es la fórmula a través de la cual se dará un nuevo panorama global para el desarrollo de las destrezas creativas.

Estos planteamientos y acciones constituyen un avance firme para la Cultura y la Creatividad, pues es evidente que la reflexión mundial no se detiene y que avanza significativamente el flujo de ideas que condicionan la acción de gobiernos, creadores e industrias culturales.

lunes, 18 de mayo de 2015

Borges, el señor de los colores.

                                 Borges, el señor de los colores. 
                                                                                         Olga Fuchs®



Aquel lejano domingo de 2010, Miguel Ángel me acompañó a la inauguración, entusiasta y curioso también, por la técnica de soporte y montaje de esas últimas obras de Jacobo Borges.

           Yo nadé en luz y color, disfruté los espacios de Julio Maragall, impregnados de color, color y más color.

           El maestro Borges nos llevó de la poesía escrita a la poesía del color, construyó un puente fluido, y nos acercó a la serenidad, en un proceso, paradójicamente, dinámico.

Transcurrimos del poema, la emoción, al trazo del color, la acción. Toda esa caligrafía de la luz hecha con gestos impecables, nos habló de trascendencias y de flores coloridas que en forma de reinvención pictórica, fotográfica y digitalizada, explotaron sobre acrí­lico, y reafirmaron el estilo neo-figurativo que ha destacado al maestro, quien alardeó de una destreza absoluta para fusionar lo real y lo onírico. 

           El maestro llegó, y observé que no había cambiado mucho físicamente. Fue mi profesor de expresión en la escuela de arquitectura, y por conocerle en su precisión al responder, supe que era pertinente hacerle una sola pregunta, para mi incipiente blog.

           Me acerqué y nos saludamos efusivamente. Recordamos los armoniosos espacios de los talleres de diseño de la FAU, allá en la Universidad Central de Venezuela. Luego de un rato, le pregunté al oído:

         — ¿Cuál es tu color preferido?

         —Ninguno. Fíjate que no hay repeticiones de colores en mis obras—. Me respondió con una sonrisa generosa. 

         Borges, fue el personaje perfecto para iniciar las entrevistas “Prismas”. El firmamento así lo dispuso.



                                                                                                Olga Fuchs®

martes, 12 de mayo de 2015

El ventanal del aeropuerto por Olga Fuchs®




El ventanal del aeropuerto
Olga Fuchs®

La multitud, acompasada, se movía en todos los sentidos. La cinta mecánica había trasladado pasajeros que arribaban o que salían de viaje en orden, sin interrupciones, sin sobresaltos. El andén móvil había funcionado durante años desde la inauguración del aeropuerto. Sus dientes metálicos se veían desgastados, pero, implacables, encajaban uno detrás del otro, mordiendo tiempo, destinos y almas distraídas por el sopor del jet lag. El sonido del aire acondicionado semejaba una cascada de fría agua que detenía los alientos como besos abortados.

La figura de Esteban transcurría y se reflejaba en el ventanal de vidrio, frío testigo de los anhelos de ida y vuelta. Sentía esa sensación de ser observado, incómoda y extraña, cuando encontró los ojos de Begoña, que le sonreían desde el andén móvil en el sentido opuesto, desde cierta distancia, acercándosele lentamente. Esteban no creía lo que veía. Su vieja amiga aparecía de nuevo, después de veinte años sin saber nada de ella.
Esteban gritaría a viva voz:
— ¡Begoña, Begoña! −Y luego de una pequeña pausa, añadía con otro grito−: ¡Begoña, Begoña, soy Esteban García!
Begoña reía ya abiertamente al reconocer a Esteban y, en el justo momento de pasar uno frente al otro, la cinta rodante se detuvo.
—Begoña, hola −decía él entusiasmado luego de un cariñoso abrazo−. Tantos años sin vernos, pero estás idéntica, no has cambiado.
—Hola, querido Esteban −decía Begoña correspondiendo al saludo de su amigo−. Tantos años sin vernos, es verdad, pero no olvidamos nuestros rostros. Qué alegría me da… −no pudo terminar la frase por causa de una fuerte explosión al fondo del pasillo rodante.
Miles de pedazos de vidrios de aquel ventanal voyerista saltarían hacia el confinado espacio de aluminio y las grises alfombras con negros detalles de vinilo, absorbían el  rojo de la sangre, en contraste con todo aquel claroscuro.
El ventanal roto convertido en reflexión plata, se extendía en mil pedazos sobre los pasajeros inertes, ya maniquíes de vitrina.