miércoles, 17 de septiembre de 2008

Opinión




Jhumpa ¿qué?

La escritora Jhumpa Lahiri, es la ganadora del premio Pulitzer del año 2000. Ha sido mi gran sorpresa constatar que no es tan conocida en cierto sector del medio literario venezolano, a pesar del prestigio internacional de dicho premio; hasta desconocida en un buen porcentaje de librerías caraqueñas, al punto de repreguntarme: ¿ Se trata de un libro de la nueva era?, quizás la asocian con Deepak Chopra.
Asumo que el origen de la situación del reconocimiento en el público, depende de la divulgación y el énfasis publicitario como premio real a una obra a nivel internacional, pues no quiero aceptar que en Venezuela no exista completa compenetración con el quehacer literario de calidad.
Me encomiendo, entonces, a realizar la debida divulgación, a mi escala, de la obra de Jhumpa, si, así, con confianza, Jhumpa, a secas, ya que ella nos introduce al círculo más íntimo de las vidas que retrata, rompiendo para nuestros ojos todos los cinturones de seguridad, hasta hacernos sentir compasión sincera por el dolor de sus personajes.
Jhumpa en “Una cuestión temporal” asocia un corte de energía por un lapso corto de tiempo, cinco noches, en la zona de residencial de los protagonistas del relato, a una oscuridad que deriva en una intimidad impuesta por esa circunstancia; a un obligado diálogo de conciencias y emociones. Shoba y Shukumar, hijos de inmigrantes bengalíes en EUA, representantes de la segunda generación, unidos en matrimonio y por el dolor de un hijo nacido muerto, afrontan sus dramas apoyándose de forma ambivalente en sus retos laborales, académicos y tradiciones heredadas. Jhumpa dibuja para nosotros el micro ambiente donde se enfrentan, suaves pero contundentes cada una de las almas, a la sola luz de unas velas, que semejan el consumo paulatino de amor y esperanza. Algo se está acabando entre ellos, se evapora una esencia, una vitalidad, una sexualidad extinguiéndose.
Jhumpa nos pasea por una casa que desmejora como sus habitantes, antes albergaba hasta ciento veinte amigos como invitados a fiestas de cumpleaños, en el tiempo literario del relato sólo alberga tierra seca, lápiz labial al descuido y dos seres que se esquivan, que no soportan el peso del dolor del hijo perdido, las exigencias impuestas por sus mismos padres o madres, por el éxito en la actual sociedad consumista norteamericana y conservar su carga hereditaria. El fracaso como padres en la India es tragedia, la madre de Shoba representa esa exigencia, ese corrector de conducta, el peso de la obligación de tener descendencia. La superación del dilema cultural es subyacente, es un mar de fondo, una problemática de enajenación y de identidad, de mezclas.
Jhumpa tiene la capacidad de pasearnos por las vidas de sus personajes, a través de décadas, con sus acontecimientos íntimos, respetando la estructura clásica de tres estadios narrativos, inicia con una situación precisa, continua con una compilación introductoria del drama y finaliza con una resolución de las tensiones, tejida en una prosa intimista con la acción como hilo conductor eficiente. Describe esas sociedades a través de los otros personajes, Gillian, la amiga de Shoba, los vecinos, el padre de Shukumar.
Jhumpa, omnisciente, define sus personajes a través del diálogo íntimo e impulsa su relato develando los conflictos de Shoba y Shukumar con sus propias conciencias, superables con esfuerzo, noche tras noche una confesión, una herida, un daño y un contra daño. Una dolorosa tristeza que asfixia el amor y la alegría, el entusiasmo vital del inicio de sus vidas en común.
Jhumpa cierra para nosotros, sus lectores, con técnica flexible, un relato de diferencias e integración, con un abrazo en llanto, por secretos develados, por el desarraigo en busca de riqueza material y del sueño americano, por renunciar a un hijo, por un no soportarse aún necesitándose.
Ya conocemos a Jhumpa Lahiri, es la reveladora de intimidades.

1 comentario:

MoonWalker dijo...

¡Oly! Que bueno comenzar a leer tu blog con esta apología a Jhumpa, también para mi una de las mejores sorpresas literarias de los últimos meses... después de todo no ha sido una cuestión temporal...