A la memoria de Bassil Da Costa
“El año que Racing salió campeón” es la obra dramatúrgica que obtuvo la primera mención honorífica del II Concurso Internacional de Escritura Creativa, su autor es Carlos Alfredo Müller de nacionalidad argentina y tiene como marco referencial el triunfo del Racing Club, conocido también como «Racing Club de Avellaneda» o simplemente «Racing», que es una institución deportiva de Argentina fundada el 25 de marzo de 1903 en la ciudad de Avellaneda en el gran Buenos Aires.
“El año que Racing salió campeón” es la obra dramatúrgica que obtuvo la primera mención honorífica del II Concurso Internacional de Escritura Creativa, su autor es Carlos Alfredo Müller de nacionalidad argentina y tiene como marco referencial el triunfo del Racing Club, conocido también como «Racing Club de Avellaneda» o simplemente «Racing», que es una institución deportiva de Argentina fundada el 25 de marzo de 1903 en la ciudad de Avellaneda en el gran Buenos Aires.
“El
año que Racing salió campeón” (entendemos ya, del fútbol
argentino) nos mueve a la reflexión acerca de la variable
efectividad y la constante tragedia de las protestas de calle.
Sucede
que la acción de la obra transcurre en Buenos Aires durante la víspera de los
acontecimientos conocidos como el “Argentinazo”, protesta popular que aconteció en el marco de una crisis
humanitaria, de representatividad social y económica, desencadenada por la
restricción a la extracción de dinero en efectivo de los bancos denominada Corralito, dispuesta por el entonces
ministro de economía Domingo Cavallo. La protesta comenzó el 19 de diciembre de
2001 y causó la renuncia del presidente Fernando de la Rúa, dando paso a un
vacío de poder.
Y, fuimos testigos del transcurso de las
protestas, y que muchos fueron asesinados por las fuerzas policiales y de
seguridad, entre ellos menores de edad, en el marco de la represión ordenada
por el gobierno para contener las manifestaciones.
“El año que Racing salió campeón” plantea un
contraste entre el hecho histórico mencionado y el acontecimiento deportivo
como enunciado de la cotidianeidad. La trama se arma en base a anécdotas de
hechos rutinarios pero cargados de crítica política y social, al hacer uso de
la ironía y el humor como recurso de análisis de las conductas individuales y
de ciertos comportamientos de clase, a través del encuentro de dos seres que
recorren las calles con diferentes intereses y unidos por la necesidad mutua.
La
calle es el escenario básico por el que se desplazan permanentemente los
personajes principales: el Ciego quien representa a la clase media y el
Desempleado quien recorre los cajeros automáticos de la ciudad tratando de
recuperar sus ahorros en dólares; es un desocupado más a la deriva que aún no
se ha asumido como tal y que con falsas esperanzas intenta llegar a una
entrevista laboral en la que ha puesto sus expectativas.
Testigos
y protagonistas de la crisis, van transitando por las veredas, cruzando calles,
doblando en las esquinas imaginarias, sin escenografía, con la sola
ambientación de los sonidos del tránsito y las luces de los semáforos, a veces
con un predominio de luces rojas como imposibilidad de avanzar, amarillas que
anuncian un peligro inminente y con
alguna que otra luz verde a manera de aliento esperanzador. En las escenas II y
IV se incorpora el cajero automático, la máquina que ofrece “alivio
instantáneo” ante la avalancha del salvajismo que reinará en una ciudad
convulsionada por la desesperación.
Recordemos que el 4 de febrero de 2014 se iniciaron en la
ciudad de San Cristóbal, Venezuela, una serie de protestas contra el gobierno
de Nicolás Maduro y el 12 de febrero de 2014, la ciudad de Caracas se sumó a
las protestas convocadas y organizadas por los movimientos estudiantiles. Entre
las motivaciones alegadas por los manifestantes opositores figuran el
descontento ante la vulneración de los derechos civiles, la escasez
crónica de productos básicos, altos niveles de violencia delictiva, la
injerencia de Cuba en la política
de Venezuela, y la imposición de
estrictos controles de precios, que han ocasionado en el país la
inflación más alta del mundo. Estas protestas
desencadenadas en Venezuela, tan similares a la de Argentina, no causaron la
renuncia del presidente Nicolás Maduro, quien por el contrario radicalizó aún
más las medidas socio económicas de su gobierno.
Y, fuimos testigos del transcurso de las
protestas, y que muchos fueron asesinados por las fuerzas policiales y de
seguridad, entre ellos menores de edad, en el marco de la represión ordenada
por el gobierno para contener las manifestaciones.
Olga
Fuchs
Caracas, 15 de enero de 2016.
Autoría de las fotos:
Jorge
Silva / Reuters
Carlos García Rawlins / Reuters
Facultad
de Filosofía y Letras Universidad Nacional de Tucumán, República Argentina.
Observatoriodeconflictos.org.ve
Diario1.com
Monitoreociudadano.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario